La hepatitis es una inflamación leve o crónica que afecta el hígado. Se da por causas externas tales como el consumo excesivo de alcohol, el suministro de dosis altas de algún medicamento o por daños biológicos.
Mucho se dice sobre esta enfermedad, sin embargo, actualmente son pocas las personas que realmente poseen los síntomas de la hepatitis y conocen que la padecen.
¡Lo más importante que hay que saber es que sí existe cura para esta enfermedad!
¿Cómo surge la HEPATITIS?
Nuestro hígado está ubicado en el área superior derecha del abdomen. Realiza muchas funciones indispensables para el metabolismo, que incluyen:
- Producción de bilis, que es esencial para la digestión
- Filtrado de toxinas de en el cuerpo
- Excreción de bilirrubina, colesterol, hormonas y drogas
- Absorción de carbohidratos, grasas y proteínas
- Activación de enzimas
- Almacenamiento de glucógeno, minerales y vitaminas (A, D, E y K)
- Síntesis de proteínas sanguíneas
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 4.4 millones de estadounidenses viven actualmente con hepatitis B y C crónicas. Sin embargo, los síntomas de la hepatitis son sigilosos. Y por ello, pocas personas saben que lo sufren.
Tipos de Hepatitis
Hepatitis tipo A:
Se produce por acción viral a través de la saliva o por algún alimento o cubierto mal lavado. Sin embargo, hay vacunas para combatir la afección. Aún así, es vital la higiene en casa y en todo momento.
Hepatitis B:
Es ocasionada por sangre, agujas infectadas o a través del sexo. Si no es atendida a tiempo, puede generar complicaciones de mayor grado. Como la cirrosis crónica, insuficiencia hepática y degeneración celular. Hay vacunas que deben colocarse a temprana edad o luego de haber presentado hepatitis A. Esto como forma de prevención.
Hepatitis C:
Es la más peligrosa. Surge por medio del contacto con una persona infectada y también genera otros malestares que pueden llevar a la consecuencia más grave. La cirrosis hepática, esta enfermedad afecta por completo los tejidos del hígado y causa daños irreversibles. Por tal motivo, es importante tomar las previsiones pertinente. Tales como la vacunación correcta, la utilización de preservativos. Así como llevar una vida saludable sin excesos, no automedicarse, realizar los exámenes de rigor. Ello para descartar o tratar este padecimiento y seguir las indicaciones de un especialista.
Síntomas de la hepatitis
Conocer que realmente padeces de esta enfermedad es difícil a simple vista. Los síntomas de la hepatitis varían dependiendo de su grado. Si tienes rasgos infecciosos, como la hepatitis B y C, es posible que al principio no tengas síntomas. Estos pueden no aparecer sino hasta que el daño afecte la función hepática.
- Fatiga
- Síntomas parecidos a la gripe
- Orina oscura
- Dolor abdominal
- Pérdida de apetito
- Pérdida de peso inexplicable
- Piel y ojos amarillos, que pueden ser signos de ictericia
¿Cómo evitar los síntomas de la hepatitis?
Higiene
Los síntomas de la hepatitis comienzan por la falta de higiene. Por eso, es necesario tener una buena práctica, ya que esto es clave para evitar contraer la tipo A y E. Ya sea dentro de Estados Unidos o fuera de él, debes tener cuidado con:
- Agua local
- Hielo
- Mariscos crudos o poco cocidos y ostras
- Frutas y verduras crudas