«¿Me quiere o no me quiere?», deja la margarita a un lado y disfruta de tu relación.
Al comienzo de toda relación es normal tener tus dudas e inseguridades, desde si aprecia los detalles que tienes con él hasta si habrá escuchado ese extraño sonido que hizo tu estómago mientras veían una película.
Para la mayoría esos tipos de inseguridades comienzan a desvanecerse y a medida que te sientes más cómoda en una relación, los sentimientos de conexión y confianza terminan opacandolos.
Piensa antes de actuar
Antes de que desahogarte con tu pareja, intenta descubrir de dónde proviene tu malestar. A menudo, las inseguridades tienen menos que ver con ellos y más con la forma en que nos sentimos sobre nosotras mismas. Así que antes de reclamar, descubre y verifica lo que quieres primero. ¡No es justo pedirle a tu pareja que satisfaga necesidades que ni siquiera tu misma logras entender!
Además, tratar de lidiar con tu inseguridad antes de realizar un análisis introspectivo puede empeorar las cosas.
Asegúrate de sentirte bien contigo misma
La mayoría de las veces, las inseguridades en una relación surgen a raíz de un descontento personal. Asegúrate de hacer lo que necesites para sentirte bien contigo misma para combatir esos sentimientos, ya sea ir al gimnasio y comer bien o comprarte un set de lencería sexy.
Cuidarse tanto por fuera como por dentro hace que nos sintamos seguras y cómodas en nuestra piel, y entre más confianza nos tengamos, más seguras nos sentimos con nuestra pareja.
Encuentra el punto medio
Si algo debes tener claro es que no todo es blanco o negro, sino gris, por lo que tendrás que llegar a un compromiso con tu pareja. Por ejemplo si tú eres más de quedarte en la casa un sábado y él es más de salir, lo mejor es hablar acerca de ello y llegar a un acuerdo sobre cómo equilibrar ambas necesidades.
¡Si está contigo es por algo!
Es muy importante caer en cuenta que si tu pareja está contigo es por una razón. Así que si tus inseguridades provienen de no sentirte lo suficientemente atractiva o no sentirte lo suficientemente interesante, la mejor manera de acabar con las dudas de una vez por todas es recordar esto: entre todos los peces del agua él te eligió a ti y tú a él.
No le temas al rechazo
Aunque este miedo está en la raíz de la mayoría de las inseguridades en las relaciones, lo cierto es que una vez dejas de temerle puede ser el fin de tus problemas. Vivir una vida plena significa que debemos enfrentar el rechazo y parte de amar a alguien es ser vulnerable. Así que para conseguir un «felices por siempre» tienes que aceptar que el rechazo puede ser uno de los posibles resultados.