Bienvenido al “modo avión emocional” (aunque no sepas que estás ahí)

Bienvenido al “modo avión emocional” (aunque no sepas que estás ahí)

No estás triste, pero tampoco feliz. No estás en crisis, pero sientes una especie de meh existencial. Como si estuvieras funcionando… pero apagado. Bienvenid@ al modo avión emocional: ese estado en el que dejas de conectar, de sentir, de reaccionar. Donde todo parece un loop y nada te mueve de verdad.

No es depresión clínica (aunque puede derivar en ella), tampoco es simplemente estar cansado. Es como vivir con la emoción en modo ahorro de energía. Respondes lo justo. Sonríes por default. Y por dentro: silencio.


La nueva forma de burnout: cuando ya no sientes nada

El burnout de esta generación ya no se ve como un colapso dramático. Se ve como una persona que cumple, sube historias, trabaja, responde correos… pero ha perdido el vínculo con su parte emocional.

Este “modo avión emocional” es el resultado de vivir en constante saturación: de pantallas, de expectativas, de autoexigencia, de noticias malas. Nuestro cerebro, para protegerse, empieza a cerrar puertas.

Es como si tu sistema emocional dijera: “Demasiado estímulo. Apago notificaciones”.


Señales de que estás en modo avión emocional

Este estado es silencioso, pero hay pistas claras. Si te identificas con varias, puede que necesites reconectar:

  • Nada te entusiasma realmente, ni siquiera cosas que antes amabas.
  • Reaccionas con “meh” a noticias buenas o malas.
  • Evitas conversaciones profundas porque te abruman.
  • Te distraes con todo, pero nada te llena.
  • No sabes cómo te sientes realmente, y ni ganas tienes de averiguarlo.

Este no-es-estar-mal-pero-nunca-estás-bien es más común de lo que imaginas. Y no es flojera. Es disociación emocional.


¿Por qué llegamos ahí?

Porque hemos normalizado vivir en modo supervivencia. Y cuando la vida se vuelve solo “hacer”, “cumplir”, “lograr”, el cuerpo empieza a decir “ya basta”.

La terapeuta Brené Brown lo llama “anestesia emocional”: dejamos de sentir para dejar de sufrir. El problema es que al apagar el dolor, también apagamos la alegría, la creatividad, el amor.

No puedes silenciar selectivamente las emociones. O sientes todo, o no sientes nada.


¿Cómo salir del modo avión sin colapsar?

No se trata de forzar emoción ni de llenarte de actividades. Se trata de crear microespacios para volver a ti, sin miedo.

Aquí algunas ideas prácticas:

  • Haz check-ins emocionales diarios: Pregúntate “¿Qué siento hoy?”, aunque no sepas responder.
  • Haz una cosa que te emocione aunque no tenga “utilidad”. Jugar, bailar, escribir.
  • Rodéate de personas que no te exijan estar “bien”. Solo presentes.
  • Cuida tu entorno sensorial: Apaga lo que satura. Enciende lo que calma.
  • Permítete llorar, gritar, sentir: Las emociones no se curan evitándolas.

El valor de sentir (aunque incomode)

Estar en contacto con lo que sientes no te hace débil. Te hace viv@. Sentir no es retroceder, es reconectar. Porque si tu vida se siente plana, gris o “sin onda”, probablemente no necesitas más cosas que hacer. Necesitas cosas que sentir.

Volver a ti es el acto más radical de esta era de desconexión digital.


El modo avión emocional no es tu culpa, pero sí tu responsabilidad

Esta no es una nota para culparte, sino para despertarte. Si te reconociste en estas líneas, no estás sol@. Pero sí tienes el poder de apagar ese “modo avión” y volver a pilotar tu vida emocional.

Porque sentir es incómodo, sí. Pero también es el camino para vivir con intención, y no solo con agenda.

Y tú mereces vivir algo más que un meh eterno.

editor

Related Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.