Los “style clubs” están ganando fuerza como respuesta a la moda rápida, al aislamiento digital y a la pérdida de autenticidad en redes. Son grupos —a veces secretos, a veces abiertos— donde la gente se junta para compartir ropa, armar looks en conjunto, hacer desafíos creativos y, sobre todo, conectar. Hay eventos en cafés, galerías o incluso rooftops donde la consigna es simple: ven como eres, trae algo que ames (o que ya no uses) y experimenta. Muchas veces se cruza con prácticas de moda circular, performance, fotografía y diseño colectivo.
Ejemplos reales:
- “Swap & Style” en Barcelona
- “Runway Raves” en Nueva York
- “Looklabs” en CDMX
Estos espacios también sirven como laboratorio creativo para probar nuevos estilos sin juicio. Es la moda entendida como juego, comunidad e identidad.