La historia de los hermanos Lyle y Erik Menéndez, que capturó la atención del público tras la segunda temporada de la serie de Netflix Monsters: The Lyle and Erik Menendez Story, se mantiene vigente gracias a su continua lucha por la libertad. En 1989, los hermanos fueron condenados por asesinar a sus padres, José y Kitty Menéndez, en un crimen que generó controversia y miles de interrogantes. Ahora, casi tres décadas después, se presentan nuevamente en la Corte con la esperanza de que las nuevas pruebas y argumentos legales reviertan su sentencia de cadena perpetua.
El juicio de este lunes 25 de noviembre marca la primera vez en 28 años que los Menéndez comparecen ante un tribunal. Este evento, que atrae la atención tanto de los medios como del público, surge en medio de la creciente popularidad de su historia, alimentada por la serie de Netflix que expuso aspectos no vistos del caso, incluyendo nuevos detalles que podrían ayudar a su defensa. En busca de una posible liberación, sus abogados presentarán evidencia que, según argumentan, podría cambiar el curso de su sentencia.
El caso de los Menéndez tomó un giro inesperado gracias a la revelación de Roy Roselló, exintegrante del grupo Menudo, quien declaró haber sido víctima de abuso sexual por parte de José Menéndez, lo que podría influir en la solicitud de libertad condicional de los hermanos. Además, se argumentará que, debido a la edad con la que cometieron el crimen, la ley permite una sentencia máxima de 30 años para delitos cometidos antes de los 26 años, una condena que ya habrían cumplido.
El juicio será cubierto con gran expectación, ya que por primera vez los hermanos saldrán de la prisión de San Diego, donde cumplen su condena. Se ha organizado un sorteo para asignar lugares a quienes deseen asistir, y se permitirá el acceso a un reducido número de personas, sin cámaras ni teléfonos.
Por otro lado, mientras Lyle Menéndez se prepara para enfrentar este nuevo capítulo en su vida, también enfrenta una separación personal. Su esposa, Rebecca Sneed, confirmó su decisión de poner fin a su matrimonio de 21 años, asegurando que no tiene relación con los rumores de infidelidad. A pesar de la separación, Sneed sigue comprometida con la causa de la libertad de Lyle y Erik, y continúa administrando sus redes sociales.