Todos usamos servicios en la nube: desde guardar fotos en Google Drive hasta escuchar música en Spotify. Sin embargo, detrás de esa comodidad hay un gasto enorme en servidores, electricidad y refrigeración. Con la llegada de la IA, ese costo se disparó. Modelos como ChatGPT, Gemini o Copilot consumen miles de veces más recursos que una búsqueda normal en Google.
Esto significa que las grandes empresas tecnológicas podrían trasladar esos costos a los usuarios. Ya se habla de planes premium más caros y limitaciones en cuentas gratuitas. Además, el impacto ambiental también preocupa: los data centers consumen tanta electricidad como ciudades enteras.
La pregunta es: ¿estamos listos para pagar más por vivir en un mundo hiperconectado?