Durante años nos dijeron que los videojuegos eran una pérdida de tiempo. Pero la ciencia ya demostró lo contrario: jugar puede ser terapéutico, reducir el estrés, mejorar el enfoque y ayudar con la ansiedad o la depresión leve.
Juegos como Stardew Valley, Animal Crossing o incluso The Sims están siendo recomendados por psicólogos como herramientas de autoregulación emocional. ¿Por qué? Porque generan rutinas, espacios seguros, sentido de logro y control… todo eso que a veces escasea en la vida real.
¿Sabías esto?
- En Reino Unido, se probó un programa piloto donde se usaban videojuegos relajantes como complemento en terapias para jóvenes.
- Títulos como Journey o Gris son considerados arte interactivo por su carga emocional y estética sensorial.
- Existen juegos hechos específicamente para la salud mental, como Kind Words, donde podés escribir cartas anónimas de apoyo a otros jugadores.
Lo importante: no se trata de “escapar” de la realidad, sino de crear un espacio alternativo para respirar, expresarse y conectar. Así que sí: jugar también puede ser autocuidado.