¿Cómo maquillarte para lucir más joven? Consejos y trucos para rejuvenecer tu look

¿Cómo maquillarte para lucir más joven? Consejos y trucos para rejuvenecer tu look

¿Cómo maquillarte para lucir más joven? Esta es una de las inquietudes más frecuentes entre las mujeres adultas. El maquillaje es una herramienta poderosa para resaltar nuestra belleza y, si se utiliza de manera adecuada, puede ayudarnos a disimular los signos del envejecimiento y lograr un aspecto más juvenil. Las técnicas de maquillaje para pieles maduras o semi-jóvenes requieren un enfoque diferente, ya que la textura de la piel cambia con el tiempo. Por ello, es esencial utilizar productos y métodos que potencien las características positivas sin enfatizar arrugas o líneas de expresión.

En este artículo, te presentamos las mejores estrategias para lograr un look fresco y rejuvenecido con el maquillaje adecuado.

Preparación de la piel: La clave para un maquillaje rejuvenecedor

El primer paso para conseguir un maquillaje impecable es preparar adecuadamente la piel, especialmente si buscas un acabado más juvenil. Con el paso del tiempo, la piel tiende a volverse más seca y sensible, por lo que es fundamental hidratarla adecuadamente antes de aplicar cualquier producto.

Hidratación profunda: Antes de iniciar con el maquillaje, es crucial asegurarte de que tu piel esté bien hidratada. Utiliza una crema rica en antioxidantes y que contenga ingredientes que fomenten la elasticidad, como el ácido hialurónico. Esto facilitará que la base se aplique de manera uniforme y evitará que se acumule en las líneas de expresión.

Primer o prebase: Una prebase con propiedades suavizantes es esencial para lograr un maquillaje rejuvenecedor. Elige un primer con efecto iluminador para aportar luminosidad al rostro, o uno con efecto difuminador que ayude a reducir la apariencia de poros y líneas finas.

Base de maquillaje: Ligera y luminosa

Las bases pesadas pueden hacer que la piel se vea acartonada y poco natural, especialmente en pieles maduras. Es mejor optar por una base de cobertura ligera a media, preferiblemente con un acabado satinado o hidratante que imite la textura de la piel.

Base ligera: Busca bases de maquillaje con fórmulas ligeras y humectantes que ofrezcan cobertura sin acumularse en las arrugas. Una base hidratante o una BB cream con propiedades antienvejecimiento será ideal para lograr un acabado luminoso.

Usa una brocha de cerdas suaves o una esponja húmeda para aplicar la base en capas finas. Esto evitará que se acumule en las zonas donde las líneas de expresión son más visibles. Aplica en movimientos suaves desde el centro del rostro hacia fuera. 

Corrector: Iluminador, no pesado

Uno de los signos más evidentes del envejecimiento son las ojeras y las sombras que aparecen alrededor de los ojos. El corrector puede ser tu mejor aliado en este caso, pero es fundamental seleccionar una fórmula ligera que no se asiente en los pliegues

Corrector iluminador: Elige correctores líquidos con propiedades iluminadoras. Aplica una pequeña cantidad debajo de los ojos y difumina bien con una esponja. Evita usar correctores muy espesos o con acabado mate, ya que estos pueden resaltar las líneas de expresión.

Corrección de imperfecciones: Además de las ojeras, puedes utilizar el corrector para disimular manchas oscuras o enrojecimientos. Asegúrate de aplicarlo con moderación para evitar un aspecto sobrecargado.

Rubor: Un toque de color saludable

El rubor es esencial para revitalizar el rostro y, si se aplica correctamente, puede devolverle a la piel su aspecto juvenil y saludable. La clave está en seleccionar los tonos adecuados y aplicar el producto en la ubicación correcta.

Rubor en crema: Los rubores en crema son generalmente más hidratantes y ofrecen un acabado natural. Opta por colores melocotón o rosados, que simulan el rubor natural. Evita los tonos oscuros o los rubores en polvo, ya que tienden a asentarse en las líneas de expresión.

Aplica el rubor en las manzanas de las mejillas y difumínalo hacia arriba, en dirección a las sienes. Esto eleva las facciones y da un aspecto más fresco.

Ojos: Luminosidad y definición sutil

Con la madurez de la piel, es común que los ojos luzcan más hundidos o cansados. Un buen maquillaje puede ayudar a abrir la mirada y aportar un aire juvenil a todo el rostro.

Sombras en tonos claros: Aplica sombras de ojos en tonos claros y luminosos, como champagne, rosa claro o beige, para iluminar los párpados. Utiliza tonos más oscuros en la cuenca del ojo para añadir profundidad, pero evita colores excesivamente oscuros que puedan endurecer las facciones.

Delineador suave: En lugar de optar por un delineador negro, elige tonos marrones o grises para un acabado más sutil. Delinea únicamente el párpado superior para elevar la mirada y usa un lápiz beige o blanco en la línea de agua inferior para abrir los ojos.

Pestañas rizadas: Rizar las pestañas es fundamental para abrir la mirada. Finaliza el look con una máscara de pestañas que alargue y dé volumen, asegurándote de que no deje grumos. Es mejor evitar aplicar producto en las pestañas inferiores, ya que esto puede resaltar las ojeras.

Cejas: Bien definidas, pero naturales

Las cejas son esenciales para la estructura del rostro, y con el tiempo, tienden a volverse más delgadas o menos definidas. Rellenarlas de manera natural y mantenerlas bien cuidadas puede rejuvenecer la mirada al instante.

Relleno sutil: Utiliza un lápiz o gel para cejas y rellena los espacios vacíos, siguiendo la forma natural de tus cejas. Evita oscurecerlas en exceso, ya que unas cejas demasiado gruesas o marcadas pueden endurecer las facciones.

Labios: Hidratados, pero definidos

A medida que envejecemos, los labios pueden perder volumen y definición. Para que el maquillaje no se vea excesivo, es fundamental elegir productos que aporten color y volumen sin resecar.

Perfilador de labios: Usar un lápiz para labios te ayudará a definir el contorno y a evitar que el labial se corra. Escoge un tono que se asemeje al color natural de tus labios.

Labiales cremosos: Los labiales mate pueden resecar los labios y acentuar las líneas de expresión. Opta por labiales cremosos o brillos que ofrezcan hidratación y luminosidad. Los tonos nude, rosados o melocotón son ideales para un aspecto más juvenil.

El maquillaje tiene el potencial de realzar tu belleza natural y, con las técnicas adecuadas, puede ayudarte a lucir más joven y fresca. Asegúrate de preparar bien tu piel, utilizar productos ligeros y luminosos, y elegir tonos cálidos y naturales que suavicen tus rasgos. ¡Con estos sencillos consejos, podrás conseguir un estilo rejuvenecido y radiante todos los días!

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