Karla Sofía Gascón, una actriz española de gran talento, ha alcanzado un hito histórico al recibir una nominación al Oscar a Mejor Actriz por su destacado papel en la película Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard. Esta nominación es trascendental porque Gascón se convierte en la primera actriz trans en ser considerada para esta categoría, lo que marca un antes y un después en la representación de la comunidad trans en el cine.
En Emilia Pérez, Gascón interpreta a un narcotraficante mexicano que decide cambiar por completo su vida y convertirse en una mujer bondadosa. Este papel ha sido tan aclamado que la película no solo la ha lanzado a la fama, sino que también se ha convertido en una de las favoritas para los Premios de la Academia, con 13 nominaciones en total, lo que la coloca en el centro de atención internacional.
A pesar de la emoción que le ha generado la nominación, Gascón ha tenido que enfrentarse a una serie de desafíos personales. En sus propias palabras, ha recibido una avalancha de amenazas, insultos y vejaciones, situaciones que no han sido fáciles de sobrellevar. Sin embargo, la actriz se muestra decidida y asegura que su trabajo en la película es “histórico”, no solo por su desempeño, sino también por el impacto que tiene para la visibilidad y aceptación de las personas trans en la industria del cine. Gascón también reconoce que este éxito no ha llegado sin sacrificios, ya que su agenda ha sido extremadamente exigente, viajando a ciudades como Londres, Berlín, Santa Bárbara y Los Ángeles, lo que le ha afectado físicamente, hasta el punto de que confiesa que a veces no duerme ni come debido al ritmo frenético de su vida profesional.
A lo largo de su carrera, Karla Sofía ha enfrentado situaciones difíciles, como la coincidencia de su nominación con la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, lo cual le ha generado preocupaciones sobre cómo las políticas actuales afectan a la industria del cine y a la comunidad LGBTQ+. A pesar de las adversidades, la actriz no se deja intimidar por la controversia que genera su trabajo y sus declaraciones. Se ha mostrado preocupada por la situación política global y crítica con figuras como Trump y Bolsonaro, a quienes acusa de fomentar el odio y el retroceso social. A pesar de los constantes ataques en redes sociales y las críticas, Gascón se ha mostrado firme, diciendo que no cambiará su forma de ser para agradar a nadie y que, aunque le encantaría ganar el Oscar, no se sentirá feliz si otro artista se lleva la estatuilla.
La relación de Karla Sofía con otras figuras del cine también ha sido clave en su apoyo durante este proceso. Ha compartido que mantiene una buena relación con Demi Moore, con quien se escribe diariamente, y que ha recibido flores de Cynthia Erivo, otra de sus competidoras en la categoría de Mejor Actriz. Aunque se siente orgullosa de sus logros y de lo que representa, Gascón no oculta su frustración hacia los “haters” que la atacan en redes sociales, algo que, según ella, se ha convertido en su “gasolina”, la que la impulsa a seguir adelante y no callarse ante nada ni nadie. La actriz sigue comprometida con su autenticidad y su lucha por la representación, confiando en que su éxito es fruto de su esfuerzo y de la sinceridad con la que se enfrenta al mundo.