El poder de tu entorno: por qué las vibras de tu espacio influyen más de lo que cree
¿Te ha pasado que entras a un lugar y de inmediato sientes paz? ¿O, al revés, que llegas a tu casa y te baja la energía? No es casualidad. Tu entorno tiene una frecuencia, una vibra que influye en cómo piensas, sientes y hasta cómo duermes.

La energía de tu espacio está hecha de pequeñas cosas: el orden (o el caos), los colores, los objetos que eliges, la iluminación, y hasta el ruido. Todo eso se convierte en un reflejo —y a veces un espejo— de tu estado emocional.
Haz la prueba: limpia tu espacio, pon música que te guste, abre las ventanas, prende una vela o un incienso. Después, obsérvate. ¿Te sientes diferente? Probablemente sí. Eso es porque tu entorno te programa, te da estructura… o te drena.
Hazlo consciente. Tu cuarto, tu oficina o hasta tu sala son extensiones de ti. Decora con intención. Limpia con amor. Ordena con la misma energía que usarías para cuidar de alguien que amas. Porque sí, tu espacio también eres tú.