Bad Bunny volvió a demostrar que no tiene límites. El cantante puertorriqueño sorprendió al mundo al aparecer en un evento oficial de la NFL, combinando la música urbana con el deporte más popular de Estados Unidos. Su presencia no solo encendió las redes sociales, también abrió la conversación sobre cómo el entretenimiento y el deporte se fusionan cada vez más.
El conejo malo no solo se limitó a cantar: se le vio compartiendo con jugadores, vistiendo jerseys personalizados y hasta lanzando balones en un performance que mezcló show, cultura latina y pasión deportiva. Para muchos, fue un movimiento estratégico de la NFL que busca acercarse a nuevas audiencias jóvenes y latinas.
La jugada salió perfecta: el evento fue trending mundial y demostró que Bad Bunny es más que un artista, es un fenómeno cultural que impacta en cualquier terreno donde se presente.