Tras su coronación, surgió un grupo en redes asegurando que “ella no merecía ganar” y que “hubo favoritismos”. Lo sorprendente no son las acusaciones, sino la manera en que Fátima las tomó: con un tono entre elegante y cortante, dijo:
“Si cuestionan el resultado, es porque no están acostumbrados a ver a México en la cima.”
Y eso, por supuesto, provocó incendios.
Los comentarios se dividen entre quienes la defienden a muerte y quienes se juran “expertos en concursos” para desmeritarla. ¿Tú de qué lado estás?

