Encender velas de colores en Año Nuevo es un ritual cargado de simbolismo. Cada color representa un deseo distinto: rojo para el amor, amarillo para el dinero, verde para la salud, blanco para la paz y morado para la transformación espiritual.
La recomendación es encenderlas después de la medianoche, en un espacio tranquilo, concentrándose en los deseos personales. Este ritual conecta intención, visualización y esperanza, convirtiéndose en uno de los más poderosos para quienes creen en la energía y la manifestación.

