Usar ropa interior de cierto color en Año Nuevo es una de las tradiciones más populares. El rojo se asocia al amor y la pasión, el amarillo a la abundancia y el dinero, el blanco a la paz y el azul a la estabilidad emocional.
Aunque muchos lo toman como una costumbre divertida, también funciona como un recordatorio simbólico de las prioridades personales para el año que comienza. Elegir conscientemente el color refuerza la intención con la que se quiere iniciar el nuevo ciclo.

