La alimentación tiene un peso fundamental en nuestros consejos para una vida saludable.
1. Basa tu alimentación en los alimentos de origen vegetal
Las frutas y verduras, cereales, tubérculos, legumbres, setas y demás vegetales forman parte de la dieta mediterránea y, por tanto, deben formar parte en una alimentación equilibrada.
2. Apúntate al lema” 5 al día”
Consume a diario 5 raciones de fruta y verdura, a poder ser 3 de fruta y 2 de verdura. Una ración de fruta o verdura equivale a unos 140-150 gramos.
Esta cifra no es un máximo, es un mínimo. Cuanta más fruta y verdura, mejor para tu salud.
3. Una de las raciones de fruta y verdura, que sea en crudo
El consumo en crudo, siempre que se pueda, es el mejor modo de asegurar el aprovechamiento de los nutrientes de frutas y verduras.
4. Incorpora las legumbres a tu dieta
Las legumbres son una buena fuente de proteínas, y por tanto, una alternativa a los alimentos de origen animal. Las legumbres deben aparecer en tu dieta como mínimo 3 veces a la semana
5. Reduce el consumo de carne
No superes las 3 o 4 raciones de carne a la semana y consume, siempre que sea posible, carnes blancas y magras como pollo, conejo o pavo.
6. Cocina más
Lánzate a cocinar con alimentos frescos y saludables
7. Cocina con poca grasa, y que sea aceite de oliva
Es decir, usa la olla, la plancha, la vaporera, el estuche de vapor, o el horno para cocinar. Deja los fritos para ocasiones especiales y apuesta por las otras técnicas de cocción, mucho más ligeras. En todos los casos, usa el aceite de oliva virgen extra tanto para aliñar como para cocinar.
8. Compra producto de temporada
Infórmate en tu tienda o mercado habitual sobre qué alimentos están de temporada: tienen mejor sabor y son más económicos.
9. Busca los productos de proximidad
Probablemente los alimentos que han recorrido menos kilómetros para llegar desde su lugar de origen hasta el supermercado, estén más sabrosos y conserven mejor sus propiedades.
Además, ayudamos a potenciar variedades de alimentos tradicionales y locales.
10. Hidrátate
Beber agua suficiente para mantenerte hidratado es fundamental para llevar una vida sana. Bebe agua en todas las comidas y entre horas, cuando tengas sed. Una persona adulta sana con una actividad física ligera, no necesita beber agua sin tener sed. Pero en el caso de niños y personas mayores, hay que poner especial atención en este punto.
11. Busca el “balance energético”
Busca el equilibrio entre la energía que ingieres y la que gastas. La alimentación se relaciona de forma muy directa con otros aspectos de tu estilo de vida, por ejemplo, el ejercicio físico.
ACTIVIDAD FÍSICA
12. Practica entre 30 y 60 minutos diarios de ejercicio físico moderado
El ejercicio físico nunca falta en los consejos generales sobre cómo llevar una vida sana. Es tan fundamental como la alimentación. La actividad física habitual reduce el riesgo de enfermedades crónicas y se asocia a un mayor bienestar general.
Andar, realizar las tareas del hogar, subir escaleras son también formas de ejercicio que complementan actividades físicas más intensas como correr, nadar o ir en bicicleta.
13. No estés más de 2 horas en el sofá ante el televisor
Este consejo se hace extrapolable a cualquier actividad sedentaria. El sedentarismo es uno de los grandes enemigos de un estilo de vida saludable.
14. Practica ejercicios de meditación, relajación y estiramientos
Este tipo de actividad física de baja intensidad, combinada con el ejercicio moderado, también contribuye al equilibrio emocional, al descanso adecuado y, en definitiva, a llevar una vida sana.
BIENESTAR EMOCIONAL
15. Toma una actitud positiva y disfruta de las cosas que te gustan
La actitud es básica para mejorar tu calidad de vida y tu salud. Aprende a desarrollar tus fortalezas e incrementa el afecto positivo. Así controlarás el estrés y mejorará tu bienestar.
16. Cuida las relaciones sociales
Son un aspecto fundamental para la salud y para un envejecimiento saludable.
¿Qué es vida saludable? A grandes rasgos se trata de la suma de una alimentación saludable, la práctica de ejercicio físico y un correcto descanso
DESCANSO
17. Duerme 8 horas al día
Un descanso adecuado es básico para la salud. Dormir poco o mal afecta el sistema inmunológico y cognitivo. Para disfrutar de un buen descanso procura ir a la cama siempre a la misma hora y en un entorno tranquilo y sin alteraciones.
HÁBITOS SALUDABLES
18. Evita el tabaco y el alcohol
Los tóxicos presentes en tabaco, alcohol y en la atmósfera de algunas ciudades son uno de los enemigos de la salud pública.
19. Mantén una higiene adecuada
Aunque lo demos por supuesto en nuestra sociedad, una buena higiene es la base para evitar problemas de salud. El concepto de higiene no sólo se refiere al aseo y limpieza del cuerpo, sino que afecta también al ámbito doméstico y en la cocina.
20. Toma el sol con moderación
No hace falta coger el bañador o biquini, con abrir la ventana y exponer una parte del cuerpo a la radiación, como cara o escote, es suficiente. Tomar el sol ayuda a sintetizar la vitamina D, mejora la calidad del sueño y el estado de animo.