Malala Yousafzai, la reconocida activista pakistaní y ganadora del Premio Nobel de la Paz, realizó una visita a la Ciudad de México, donde tuvo la oportunidad de entablar un diálogo con la presidenta Claudia Sheinbaum. En este significativo encuentro, ambas líderes discutieron el papel de la mujer en la sociedad y el compromiso compartido por los derechos de las niñas, especialmente en contextos difíciles como el de Afganistán, donde los talibanes han prohibido la educación infantil.
A través de sus redes sociales, Malala compartió detalles de la reunión, destacando la importancia de la defensa de los derechos de las mujeres. “La semana pasada tuve el honor de conocer a la presidenta Claudia Sheinbaum. Hablamos sobre nuestro compromiso con los derechos de las niñas y mujeres”, expresó la activista.
Por su parte, Claudia Sheinbaum publicó un video del encuentro en el Palacio Nacional, donde enfatizó que “es tiempo de mujeres” y que todas tienen la capacidad de alcanzar posiciones de liderazgo. “Las mujeres podemos ser lo que deseamos ser”, afirmó la presidenta, a lo que Malala respondió: “Siempre es una buena noticia cuando una mujer llega a posiciones de liderazgo. Da esperanza a las mujeres sobre un futuro mejor”.
Durante su estancia en la capital mexicana, Malala, acompañada por su esposo Asser Malik, también exploró la cultura y gastronomía local. Visitaron la famosa ‘Casa Azul’, hogar de la icónica pintora Frida Kahlo, y disfrutaron del tradicional pan de muerto. Asser compartió su asombro por los juguetes de madera que se venden en los alrededores de los puntos turísticos, comprando uno de color rosa, mientras que Malala eligió uno azul claro.
La pareja también recorrió el Bosque de Chapultepec, donde se ubica el Castillo de Chapultepec, un emblemático lugar de la ciudad. En sus redes, Asser publicó imágenes de su visita a un altar del Día de Muertos, resaltando esta tradición que honra a los difuntos con ofrendas decoradas con flores y veladoras.
Finalmente, Malala tuvo la oportunidad de interactuar con sus jóvenes admiradores, firmando libros y dejando una huella positiva en aquellos que la ven como un referente de esperanza y lucha por los derechos humanos.