¿Y si dejaras de compararte? Cómo soltar la trampa del “no soy suficiente”

Las redes sociales nos han hecho creer que deberíamos estar más flacos, más exitosos, más enamorados, más todo. Pero la comparación es una trampa silenciosa que mina tu autoestima sin que te des cuenta.
Cada vez que ves a alguien y piensas “yo debería estar ahí”, estás ignorando tu proceso, tus tiempos, tus cicatrices y tus logros. No sabes lo que esa persona vivió para llegar ahí. Ni si realmente es feliz.
Dejar de compararte no significa conformarte, sino empezar a verte con más compasión. Con respeto a tus propios ciclos. Con la conciencia de que estás construyendo algo único: tu historia.
El camino más auténtico no se recorre mirando a los lados, sino hacia adentro.