De cena benéfica a imperio fashion: el ascenso imparable de la Met Gala

De cena benéfica a imperio fashion: el ascenso imparable de la Met Gala

El 5 de mayo de 2025 volvió a consolidarse como una fecha sagrada para los fashionistas, celebridades y fanáticos de la cultura pop: la Met Gala 2025 llegó como un desfile de poder, estilo, discurso y espectáculo. Pero para entender el fenómeno global que representa este evento, es necesario regresar al principio, cuando no había cámaras en cada esquina ni listas negras al estilo Wintour. La Met Gala tiene un origen mucho más discreto, casi modesto, que con el tiempo mutó en el Olimpo anual de la moda.

El nacimiento del mito: cuando la moda aún no era pop

La Met Gala se celebró por primera vez en 1948. ¿Su propósito? Recaudar fondos para el Instituto del Vestido del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Su fundadora fue Eleanor Lambert, una de las publicistas más influyentes en la historia de la moda estadounidense. En ese entonces, la gala era simplemente una cena con cócteles para la alta sociedad de Manhattan. Los invitados eran influyentes, sí, pero no los íconos culturales globales que hoy pisan esa escalinata con atuendos teatrales diseñados exclusivamente para ese momento.

Durante décadas, la gala siguió funcionando bajo ese mismo esquema discreto. Sin embargo, todo cambió cuando una figura crucial entró en escena: Anna Wintour.

El reinado Wintour: revolución desde la pasarela

Anna Wintour tomó las riendas de la Met Gala en 1995, y con ella llegó una transformación total. Editora en jefe de Vogue USA y figura temida y reverenciada del mundo editorial, Wintour entendió algo que nadie más había visto: la moda podía volverse entretenimiento de masas si se combinaba con celebridades, espectáculo y exclusividad.

Fue entonces cuando el evento pasó de cena social a producción cinematográfica. Bajo su liderazgo, la gala se convirtió en un fenómeno mediático con temáticas cada año, alineadas con exposiciones del MET. El código de vestimenta ya no era opcional: era mandato divino. Y así nacieron los momentos que rompieron internet: Rihanna vestida de papa barroco, Jared Leto cargando su propia cabeza falsa, o Kim Kardashian usando un vestido de Marilyn Monroe que la dejó sin poder sentarse.

Met Gala 2025: la consagración del poder simbólico

Este año, la Met Gala se llevó a cabo el 5 de mayo de 2025 con el tema “Artifices y Autómatas: Moda y Maquinaria Humana”. El enfoque fue un mix entre lo artesanal y lo post-humano. Vestidos con circuitos bordados a mano, corsets impresos en 3D, trajes que reaccionaban al tacto con luz o movimiento. Fue una oda a la fusión entre el cuerpo, la máquina y la estética.

El evento se volvió a convertir en trending topic mundial en segundos. Las redes sociales colapsaron con cada aparición de celebridades como Zendaya, quien llevó un vestido robótico diseñado por Iris van Herpen que se abría y cerraba como una flor mecánica. También causó furor Bad Bunny, cuyo traje era una declaración contra la automatización del arte, bordado a mano con algoritmos.

¿Por qué la Met Gala importa tanto hoy?

La Met Gala ya no es una simple gala: es una metáfora viviente del estado de la cultura. Cada edición actúa como un espejo del momento sociopolítico actual. La inclusión, la tecnología, el cambio climático, el capitalismo tardío, todo se expresa en una alfombra roja. Anna Wintour convirtió este evento en un oráculo de la estética global, una herramienta de poder blando que mezcla lo editorial, lo mediático, lo político y lo comercial.

Además, el evento es una plataforma millonaria. Solo en 2024 recaudó más de 26 millones de dólares, y este año la cifra se estima superior. Es, también, un escaparate para diseñadores emergentes que encuentran allí una oportunidad de oro para consagrarse.

El futuro de la Met Gala

La pregunta no es si la Met Gala seguirá existiendo, sino hasta qué punto seguirá moldeando lo que entendemos como moda. Con la inteligencia artificial, la realidad aumentada y los avatares digitales entrando al mundo del diseño, es probable que pronto veamos looks generados por AIs colaborando con humanos en tiempo real. Y si alguien va a convertir eso en espectáculo, va a ser la Met Gala.

Así que sí, el 5 de mayo de 2025 fue histórico. Pero más aún, fue un episodio más en la evolución de un evento que ya no se trata solo de moda, sino del poder simbólico que tiene vestir —y mirar— en la era de la imagen total.


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