Nos vendieron que el amor propio es hacer yoga en terrazas, desayunar bowls de acai y decir que no a todo con voz dulce y segura.
Pero, spoiler: también es llorar en pijama, fallarla a veces y aprender a perdonarte sin likes de por medio.
El amor propio del 2025 es más crudo, más real y menos Pinterest. Y eso lo hace aún más poderoso.
Amar tu proceso aunque esté feíto (sí, también cuenta)
No todos los días vas a ser tu mejor versión. Hay días de ansiedad, frustración y dudas.
Y está bien. No tienes que “dar el 100” cada día.
💬 Mantra financiero-emocional: “Hoy hice lo que pude. Y eso también vale.”
No se trata de selfies, se trata de límites
Quererte no siempre es ponerte mascarillas. A veces es dejar de contestar mensajes que te drenan, decir “no quiero ir” sin sentir culpa o salir de un lugar donde no te valoran.
📌 Autoestima ≠ ego. Es cuidar tu energía, aunque eso no se vea “instagrameable”.
No necesitas arreglarte para merecer amor
No tienes que bajar de peso, sanar todo tu pasado, tener dinero o vivir en CDMX para ser suficiente.
El amor propio no es una lista de logros, es una decisión diaria.
🎧 Canción para este mood: “Flowers” de Miley Cyrus (pero en pijama y sin maquillaje).
Compararte te roba la paz y la quincena
Scroll infinito = comparación automática.
Es casi una trampa mental: ves a otros viajando, logrando cosas, brillando… y tú sintiéndote menos por estar comiendo cereal en tu cama.
🚫 No caigas. Recuerda: la vida real no tiene filtros. Ni timeline perfecto.
La terapia no es lujo, es autocuidado real
A veces quererse también es pedir ayuda profesional.
Tener guía, soltar traumas, hablar de tus miedos sin juicio.
🧠 Ir a terapia es como limpiar tu cuarto mental: te da paz, orden y claridad.
Aplaudirte aunque nadie más lo haga
Celebrar tus logros, por pequeños que sean, es clave.
¿Saliste de la cama cuando querías rendirte? ¿Terminaste una tarea que evitabas? ¿Te fuiste de una relación que te apagaba?
🎉 Hazte tu propia fiesta interna. ¡Te lo juro que cuenta!
Amor propio ≠ perfección
El amor propio del bueno es el que se ve igual de válido cuando estás brillando… que cuando estás intentando no colapsar.
No tiene que verse lindo. Solo tiene que ser tuyo, auténtico y honesto.
Porque al final del día, tú eres tu mejor proyecto a largo plazo.