La edición All Stars del reality fue una mina de oro para el chisme. Exparticipantes regresaron con cuentas pendientes, egos inflados y estrategias poco discretas que se viralizaron diariamente.
Las discusiones fuera de cámaras, los en vivos posteriores y las indirectas en redes extendieron el drama mucho más allá del programa, convirtiéndolo en tema obligatorio de conversación.

