Barrer la casa antes o justo después de la medianoche es un ritual enfocado en la limpieza energética. La clave está en barrer de adentro hacia afuera, visualizando cómo se van los problemas, las malas experiencias y las cargas emocionales del año que termina.
Este acto simboliza cierre de ciclos y renovación, ideal para quienes buscan empezar el año con ligereza emocional. Muchos lo combinan con abrir ventanas o usar incienso para reforzar la sensación de limpieza y nuevos comienzos.

