El turismo ya no es solo recorrer ciudades y museos. En 2025 los viajes inmersivos son la nueva sensación: experiencias que mezclan realidad virtual, gastronomía sensorial y recorridos diseñados para sentir que realmente “vives” el destino.
Ejemplo: en Tokio, restaurantes ofrecen cenas donde la mesa se convierte en un lienzo digital que proyecta paisajes de la ciudad mientras comes; en Islandia, tours virtuales complementan la experiencia de ver auroras boreales en vivo, agregando capas de historia y mitología.
El objetivo: conectar más allá de lo turístico, crear recuerdos que despierten todos los sentidos.