En un mundo donde incluso los domingos se sienten apresurados, Florence Pugh ha traído de vuelta el arte de desacelerar. En su perfil de Instagram, comparte constantemente sus rituales de domingo: té en cama, libros, películas clásicas, comidas caseras y una siesta sagrada.
“No hago listas de pendientes los domingos, hago listas de gratitud”, afirma. Este enfoque le ha ayudado a lidiar con la ansiedad y mantener el equilibrio entre fama, trabajo y vida personal. Incluso ha declarado que sus mejores guiones los ha leído sin presión, en tardes lentas de domingo.
Una Florence más humana, más real, y que nos recuerda que descansar también es revolucionario.