Primero fue el Sad Girl Autumn, luego la estética del breakup glow-up, y ahora llega la tendencia más emocionalmente caótica del fitness: el Gym Sad Girl. Porque sí, llorar en el press de banca ahora es válido (y estéticamente cool).
¿Qué es ser una Gym Sad Girl?
Es esa etapa post-ruptura, post-burnout o post-crisis existencial donde te refugias en el gimnasio. Llevas audífonos con Olivia Rodrigo, Lana del Rey o Taylor Swift en repeat mientras haces sentadillas con lágrimas en los ojos. No vas al gym para verte bien. Vas para sobrevivir emocionalmente.
El look: messy pero poderosa
Cabello recogido a medias, sudadera oversize robada del ex, leggins oscuros, mirada perdida. Pero detrás de esa estética vulnerable hay una fuerza nueva: estás reconstruyéndote. Una sentadilla a la vez.
¿Por qué nos sentimos tan vistas?
Porque la vida duele y el gym ya no es solo para cuerpos, sino para corazones rotos. Esta tendencia no busca romantizar el sufrimiento, sino visibilizar que sanar también se ve sudado y desalineado. Y sí, a veces con rimel corrido.
Así que si te ves en el espejo llorando mientras haces bíceps, tranquila: estás justo donde debes estar. Bienvenida al club.