La prensa noruega está indignada por la decisión de la princesa Marta Luisa y su prometido, el chamán Durek Verrett, de vender los derechos exclusivos de su boda a la revista ¡Hola!, que anunció en su sitio web que publicará las fotos del evento. La ceremonia, programada para el 31 de agosto, también será presentada en un documental que está produciendo Netflix. Este será el único medio, aparte de la revista, con acceso al Hotel Union de Geiranger para grabar la ceremonia. La molestia de los periodistas noruegos ha sido tan grande que la casa real de Noruega se vio obligada a aclarar, a través de su directora de comunicación, que los miembros de la familia real no posarán para los medios seleccionados por los novios. La casa real considera que permitir esto sería injusto para otros medios que no forman parte del acuerdo.
“Es una vergüenza”, ha declarado Reidun Kjelling Nybø, secretaria general de la Asociación de Editores de Noruega. “Los grandes acontecimientos de la familia real siempre se han documentado en nombre de toda la prensa a través de los medios noruegos, transmitiendo luego las imágenes tanto a la gente como a aquellos otras medios que los han solicitado”.
Christina Dorthellinger, editora de la agencia de noticias NTB, también ha expresado su descontento: “Si no tenemos acceso a la boda, sería algo histórico. Hemos cubierto todas las celebraciones y aniversarios de la familia real desde que el rey Haakon llegó a Noruega en 1905.”
Esta controversia se suma a otras que ha protagonizado la pareja a lo largo de su relación. En 2022, después de una polémica por el uso del título de princesa de Marta Luisa para promover las conferencias de su novio, que fueron cuestionadas, la princesa anunció su renuncia a sus funciones oficiales como miembro de la familia real. Aunque conservó su título de princesa, se comprometió a no usarlo con fines comerciales, un acuerdo que la casa real noruega ha recordado a la prensa que sigue vigente.