En 2025, las tecnologías de inteligencia artificial ya no fueron tendencia: fueron parte del día a día. Desde Gemini hasta Grok y DeepSeek, el año estuvo marcado por avances que modificaron la manera de trabajar, estudiar, crear y consumir contenido.
Los niveles de adopción crecieron por la integración profunda en celulares, apps bancarias, plataformas de mensajería y herramientas creativas. La conversación social osciló entre el entusiasmo por la productividad ilimitada y el miedo por la automatización excesiva. Lo cierto es que 2025 será recordado como un parteaguas, donde la IA dejó de ser futurista y se convirtió en una extensión inmediata de la vida digital.

