Tras la muerte de Roberto Gómez Bolaños en 2014, Florinda Meza quedó bajo los reflectores por su rol como viuda del ícono televisivo. Desde entonces, ha enfrentado críticas, ha salido en su defensa y ha alzado la voz para proteger su memoria. Su discurso no solo busca honrarlo, sino también visibilizar el esfuerzo conjunto que hubo detrás de sus proyectos.
Además de enfrentar el duelo, Meza ha librado una batalla por los derechos de los programas de Chespirito, mostrándose crítica con las decisiones de Televisa y otras figuras. Lejos de retirarse, sigue activa en entrevistas, documentales y redes, reafirmando que su historia con Gómez Bolaños fue de amor, pero también de trabajo y resistencia.