By Justin Bieber ha vivido un 2025 intenso. Lanzó su séptimo álbum, SWAG, el 11 de julio bajo Def Jam, un proyecto sorpresa con colaboraciones como Gunna, Dijon, Cash Cobain y Marvin Winans. Con sonidos que van del R&B al blues, pasando por el folk y gospel, el disco recibió críticas favorables y alcanzó el top 2 en Billboard en su primera semana.
Su regreso a los escenarios vino con una aparición especial junto a SZA en Los Ángeles, interpretando “Snooze” durante el Grand National Tour de Kendrick Lamar. Aunque emocionó al público, su imagen alertó a fans y medios por su aspecto frágil y actitud apagada . Preocupaciones aumentaron tras su presencia en Coachella, donde fue captado fumando y visiblemente desorientado. Hailey Bieber expresó inquietud por su bienestar, alimentando especulaciones sobre crisis emocional o adicciones.
También compartió emotivas fotos de su hijo Jack Blues Bieber, cuya privacidad permanece intacta pues no muestra su rostro. En su primer Día del Padre, Justin publicó una foto en blanco y negro acompañado de un mensaje desafiante: se describe a sí mismo como “un papá con el que no se mete”. El post generó controversia sobre su estado emocional tras comentarios crípticos sobre relaciones transaccionales y agotamiento profundo .
Ante la incertidumbre, muchos opinan que el periodo más creativo para Bieber aún está por venir… si logra reencontrarse consigo mismo.
