Macaulay Culkin, el inolvidable Kevin de Mi pobre angelito, decidió dar por inaugurada la temporada navideña de 2024 con un evento especial titulado Una noche nostálgica con Macaulay Culkin, realizado en Rosemont, Illinois. En este encuentro, el actor de 44 años compartió algunas revelaciones sorprendentes sobre su experiencia como estrella de este clásico navideño, y cómo ser papá le ha permitido ver la película bajo una nueva luz.
Culkin recordó cómo con solo 10 años de edad consiguió el papel que cambiaría su vida para siempre: el de Kevin McCallister, un niño travieso y audaz que, al quedarse accidentalmente solo en casa durante las vacaciones, enfrenta a un par de ladrones. El éxito fue tan arrollador que, de alguna manera, Mi pobre angelito se convirtió en un referente del cine navideño y lo catapultó a la fama mundial. Sin embargo, el actor confesó que interpretar este papel no fue siempre sencillo. De hecho, lo describió como una especie de “maldición y bendición”. Aunque fue un trampolín para su carrera, Culkin también explicó que la gran fama que le trajo la película no fue fácil de manejar cuando era niño.
La visión de la película cambia con la paternidad
Más de tres décadas después del estreno de Mi pobre angelito, Culkin tiene una nueva perspectiva sobre su experiencia. Hoy, felizmente comprometido con la actriz Brenda Song y siendo padre de dos niños pequeños, el actor explicó que ver la película a través de los ojos de sus hijos le permite disfrutarla de una forma diferente. “Ahora veo la película de otra manera gracias a [mis hijos]”, confesó durante su conversación. “La veo desde una perspectiva diferente: la veo con ellos. Y ellos no tienen idea de quién está sentado a su lado”. Esta visión de la película no solo se centra en los recuerdos de su niñez, sino también en la oportunidad de revivir ese momento de manera alegre y cercana con su propia familia.
¿Y la famosa casa de la película?
Durante su charla, Culkin también reveló que, tras su paso por Mi pobre angelito, cuando la famosa casa en la que se grabó la película fue puesta en venta, él pensó en comprarla “solo por diversión”. Sin embargo, con su agenda ocupada con la paternidad y su carrera, el actor decidió centrarse en lo que realmente le importaba. “Tengo hijos. Estoy ocupado, hombre”, comentó entre risas.
Culkin también compartió algunos detalles inéditos de la grabación de la película, sobre todo acerca de una escena en particular que se volvió más real de lo esperado. El actor recordó la tensa escena en la que el ladrón interpretado por Joe Pesci amenaza con morderle un dedo. A pesar de la atmósfera amigable en el set con el director y otros coprotagonistas como John Candy y Catherine O’Hara, Pesci se mantuvo firme en crear una atmósfera tensa y genuina para la escena. Según Culkin, Pesci intentó asustarlo realmente y, en un descuido, accidentalmente lo mordió. “Vi su cara, y nunca antes había visto a Joe Pesci realmente asustado. Dijo: ¡Acabo de morder a un niño!”, recordó el actor con tono humorístico.
Más de 30 años después del estreno de Mi pobre angelito, la película sigue siendo un pilar de la tradición navideña, y Culkin continúa siendo asociado con el personaje que, a pesar de los altibajos de su vida profesional y personal, sigue marcando una huella imborrable en el cine y en la cultura popular. Ahora, en la nueva etapa de su vida como padre, el actor se ha reconciliado con ese legado, sintiendo que la nostalgia que provoca la película es una bendición que puede disfrutar con su propia familia, al mismo tiempo que sigue recibiendo el cariño de miles de fans de todas las generaciones.