Todos los ojos estaban puestos en Meghan Markle este fin de semana. La Duquesa de Sussex fue una de las asistentes a la gala benéfica del Children’s Hospital Los Ángeles, a la que llegó sola y vistiendo un impresionante vestido rojo que no pasó desapercibido. Con esto, dejó claro que su agenda no siempre está alineada con la del príncipe Harry y que ambos tienen compromisos individuales que atender.
Para esta ocasión, Meghan eligió un hermoso vestido escarlata diseñado por Carolina Herrera, que la hizo lucir impecable. El vestido, que llegaba hasta los tobillos, presentaba un escote vanguardista y tirantes gruesos que aportaban estructura a la parte superior. La esposa de Harry se mostró sobria, pero igual de elegante, ya que decidió prescindir de accesorios y complementó su atuendo únicamente con unas zapatillas destalonadas en el mismo tono que su vestido.
En cuanto a su look de belleza, la exprotagonista de la serie Suits eligió un estilo muy natural, llevando el cabello suelto con una raya en el medio y algunas ondas. Además, la duquesa optó por un maquillaje en el que predominaban los tonos rosados suaves, especialmente en sus mejillas. En los ojos y labios, se decantó por sombras y tonos nude y café, logrando un efecto natural y pulido.
Es importante señalar que esta no es la primera vez que Meghan lleva este vestido; en 2021, lo usó para asistir a la Gala Salute To Freedom, una de sus primeras apariciones tras convertirse en madre por segunda vez. En esa ocasión, la ex actriz complementó su look con una sobrefalda desmontable que terminaba en cola y que estaba adornada con un gran moño en la parte trasera.
Por otro lado, aunque es habitual ver a la pareja juntos en eventos públicos, en las últimas semanas el príncipe Harry ha estado cumpliendo con compromisos en solitario alrededor del mundo, como ocurrió recientemente en Londres, Nueva York y Lesoto.