No necesitas tener mil cosas para que tu casa se vea con estilo. El desorden visual mata el glamour.
Opta por piezas claves que cuenten una historia y deja respirar el espacio.
Una buena mesa de centro + arte en pared = elegancia effortless.
Tip pro: elige una paleta de colores base (máximo 3 tonos) y repítela en diferentes texturas.
Plantas, la vida verde que nunca falla 🌿
No importa si tu depa es pequeño o no te dura ni el cactus… las plantas elevan cualquier rincón.
Una monstera en la esquina o suculentas en repisas dan ese look cozy + aesthetic que se ve carísimo (y no lo es).
Tip rápido: compra macetas lindas y reutiliza canastas, jarrones o cajas vintage.

Iluminación cálida = vibra millonaria
La luz lo cambia TODO. Olvida los focos fríos tipo oficina y opta por luces cálidas, tenues y estratégicas.
Una lámpara de piso con dimmer o tiras LED escondidas detrás del espejo pueden hacer magia.
Dato millennial: los espejos grandes + buena luz natural hacen que tu casa se vea más amplia.

Textiles con textura: mantas, cojines y cortinas
No necesitas cambiar todo el mobiliario. A veces basta con renovar los textiles:
- Cojines con patrones trendy.
- Mantas tejidas sobre el sillón.
- Cortinas que caigan hasta el piso (las cortinas cortas hacen que todo se vea chiquito).
Mood: mezcla lino, terciopelo, algodón grueso y todo lo que invite a tocar.

Arte de pared: ni caro ni aburrido
Colgar arte o fotos humaniza el espacio y lo hace más tuyo.
No tienes que invertir en una galería. Puedes imprimir tus propias fotos en blanco y negro, hacer collage, colgar vinilos o incluso poner un marco vacío con una flor seca.
Pro move: juega con la asimetría. No todo tiene que ir centrado o alineado.

Aromas = decoración invisible
Un hogar que huele bien, automáticamente se siente bien.
Velas, difusores, inciensos o aceites esenciales son parte del diseño sensorial de tu espacio.
Sí, el olfato también es parte del interiorismo.
Bonus pro: elige un aroma firma para tu casa. Algo que digas “esto huele a mí”.
