En la industria del cine tamil, donde la pasión de los fans es casi religiosa, los rumores siempre corren rápido. Recientemente, se habló de que Sivakarthikeyan intentaba “robar” seguidores de la superestrella Thalapathy Vijay. Sin embargo, el actor rompió el silencio y aclaró con humildad y respeto que “nadie puede arrebatarle los fans a otra estrella”.
Sus palabras fueron recibidas con aplausos en redes sociales, reforzando su imagen de artista genuino y con los pies en la tierra. En lugar de alimentar rivalidades, Sivakarthikeyan reafirmó su enfoque en su propio camino y en construir una relación directa con su público.
En una industria donde los egos suelen chocar, su declaración se sintió como un aire fresco, recordando que el cine no es solo competencia, sino también respeto y legado.