La disputa familiar entre Maribel Guardia e Imelda Garza Tuñón, madre del hijo de Julián Figueroa, se encuentra en el centro de la atención mediática, causando gran controversia en las últimas horas. Según trascendió, Maribel habría presentado una denuncia contra Imelda, con la intención de “resguardar la seguridad del menor”. Este acto desencadenó una serie de tensiones, con el niño involucrado permaneciendo en la Fiscalía durante varias horas, una situación que ha generado indignación y preocupación en ambas partes.
Desde la Fiscalía, Imelda, visiblemente afectada, declaró de manera contundente: “No me voy a mover de aquí hasta que me den a mi hijo”. Acompañada de su padre, quien también se encuentra en el lugar, la joven madre asegura que no permitirá que le arrebaten a su hijo y acusa a Maribel de haberse llevado al pequeño José Julián sin su autorización desde el colegio. Según Imelda, esta acción es un reflejo del intento de Maribel de tomar el control de la vida del menor, tras su decisión de vivir sola y llevar una vida independiente.
En sus declaraciones, Imelda también cuestionó la actitud de la actriz, destacando las condiciones en las que su hijo ha estado durante su tiempo en la Fiscalía. “Si lo quiere tanto, ¿cómo es posible que lo tenga aquí tantas horas, pasando frío y hambre? Es mi hijo, y no voy a descansar hasta que esté de vuelta conmigo.” Estas palabras han tocado una fibra sensible en la opinión pública, dividiendo posturas sobre el caso.
La viuda de Julián Figueroa argumenta que Maribel ya tuvo su oportunidad como madre y que ahora es su momento de tomar las riendas de su vida y la de su hijo. Según explica, las acusaciones que presentó Maribel ante las autoridades están siendo revisadas y, según ella, poco a poco descartadas. Imelda sostiene que no hay razones válidas para que su hijo permanezca lejos de ella y señala que, como madre, tiene derechos que defenderá hasta las últimas consecuencias.
La disputa parece haber comenzado fuera del colegio de José Julián, lo que agrega un matiz delicado al conflicto, ya que involucra el bienestar de un menor en medio de tensiones familiares. Mientras tanto, la opinión pública sigue atenta al desenlace de este enfrentamiento, que pone en el centro de la conversación temas como los derechos de los padres, las disputas de custodia y las implicaciones emocionales de una familia dividida.
Por ahora, las autoridades continúan evaluando las declaraciones y pruebas presentadas por ambas partes, mientras Imelda permanece firme en su postura. “No sé si voy a pasar la noche aquí, pero lo haré si es necesario. No me voy a mover hasta que mi hijo esté conmigo. Esto no es justo.” La tensión sigue aumentando, dejando en el aire la pregunta de cuál será el siguiente capítulo de este complicado drama familiar.