En 2025, dos conductores muy conocidos comenzaron a mostrar una frialdad evidente en pantalla. Cambios de dinámica, silencios incómodos y ausencia de interacción encendieron las alarmas del chisme.
Aunque ninguna de las partes ha hablado, el público ya tomó postura. Las teorías van desde egos heridos hasta conflictos internos de producción. En televisión, a veces el silencio grita más fuerte que cualquier escándalo.

