La moda ya no es solo cuestión de tendencias, colores o pasarelas. Ahora, vestir también puede ser una forma de protesta, de conciencia y de acción. Cada vez más marcas apuestan por una moda con propósito: prendas que no solo lucen bien, sino que también cuentan una historia y apoyan una causa.
Desde firmas que trabajan con comunidades indígenas hasta marcas que utilizan telas recicladas o donan parte de sus ganancias a movimientos sociales, el “activismo textil” está ganando terreno en el clóset de las nuevas generaciones. Hablamos de ropa con mensajes feministas, colecciones hechas por mujeres sobrevivientes de violencia, o diseñadores que denuncian el cambio climático desde sus creaciones.
Esta nueva ola de moda con conciencia no solo se ve bien en Instagram, también se siente bien al saber que estás aportando algo más. Usar tu cuerpo como lienzo de protesta o de apoyo social se está volviendo un statement fuerte y necesario. Si vas a gastar, que sea con causa.