Con el exitoso cierre de la primera temporada de Como agua para chocolate, la aclamada producción de Salma Hayek para HBO, Omar Chaparro rompió el silencio y habló por primera vez sobre la comentada escena protagonizada por su hija, Andrea Chaparro. La actriz, considerada una de las grandes revelaciones de la serie, dejó a todos impresionados con su interpretación de Gertrudis, especialmente en una de las secuencias más emblemáticas, donde su personaje corre desnudo por el campo para encontrarse con su amante. Este momento ha generado un sinfín de reacciones entre los seguidores de la serie.
Orgulloso del profesionalismo y la valentía de Andrea, Omar expresó su admiración por cómo enfrentó este reto actoral: “Lo hizo con un arte y prudencia increíbles. Me encantó cómo lo abordó”, comentó el actor en una entrevista para el programa Sale el Sol. También reveló que su hija lo consultó antes de grabar dicha escena, pero prefirió que ella tomara la decisión por sí misma: “Le dije: ‘Mi amor, creo que ya no estoy para darte consejos’. Me sorprendió mucho, es una mujer muy inteligente. Incluso, se lastimó durante la grabación y tuvieron que atenderla, pero salió adelante”.
Orgullo de padre
Chaparro no ocultó su alegría por los logros de Andrea a sus 22 años, reconociendo que ella está construyendo un camino sólido en la industria: “Estoy impresionado. Ya está trabajando con Salma Hayek, haciendo castings en Estados Unidos y comenzará la segunda temporada de Como agua para chocolate. Además, tiene más trabajo que yo. Me siento muy orgulloso porque me demuestra que no lo he hecho tan mal como papá”.
Además de sus papeles en Rebelde y Como agua para chocolate, Andrea se encuentra actualmente en Uruguay grabando la serie sobre Timbiriche, otro proyecto prometedor en su carrera. Omar destacó la faceta artística de su hija: “Siempre fue muy creativa, toca el piano, canta, pinta… vive en su propio mundo, como un colibrí”.
Una escena transformadora
Por su parte, Andrea compartió detalles sobre el detrás de cámaras de la mencionada escena, describiéndola como un momento de vulnerabilidad y fortaleza: “Estaba pisando espinas, me lastimó un caballo y tuvieron que coserme el dedo. Fue un proceso muy especial, donde realmente me sentí como la mujer que soy: libre, fuerte y llena de ganas de vivir”. La actriz aseguró que esta experiencia refleja su conexión con el empoderamiento femenino y los cambios que busca transmitir a través de sus personajes.
Con su talento y determinación, Andrea Chaparro continúa conquistando al público y forjando un legado digno del apellido que lleva.