En los 90s, ser “la tía” era sinónimo de señora sin hijos que traía dulces en la bolsa. En 2025, es todo lo contrario: la tía cool es la figura aspiracional por excelencia. Es independiente, viaja sola, recomienda series feministas, tiene plantas, playlist de rock suave y siempre un consejo de oro para el corazón roto.
Este fenómeno cultural surge como una respuesta a la presión de tener hijos, pareja estable o seguir los moldes tradicionales. Muchas mujeres (y hombres) jóvenes han abrazado este nuevo arquetipo donde la libertad, el autocuidado y el gozo personal son lo primordial.
En redes, hay miles de perfiles que reivindican este lifestyle: cocina creativa, vinos naturales, rituales de domingo, frases de Virginia Woolf y una vibra que mezcla sabiduría con sarcasmo. La tía cool no quiere agradar a todos, pero termina encantando a todos.
Ya no se trata de ser mamá, jefa o influencer. Se trata de ser tú, pero con flow y sin disculpas.