Aunque Rihanna no lanza álbum desde hace años, sus streams en 2025 siguen altísimos. Su música de los 2000 y 2010 se mantiene fresca gracias a TikTok, la nostalgia y su impacto cultural.
Además, su imperio Fenty mantiene su imagen siempre visible y presente en medios, lo que ayuda a que nuevas generaciones descubran y revivan sus clásicos.
Rihanna es prueba de que cuando un artista se vuelve icono cultural, no necesita estrenos constantes para permanecer en la cima.

