La Independencia de México no solo se celebra con fuegos artificiales, sino también con platillos que tienen historia. El chile en nogada, por ejemplo, fue creado en Puebla en 1821 para homenajear a Agustín de Iturbide con los colores de la bandera: verde, blanco y rojo.
Los antojitos mexicanos como pozole, pambazos y tamales también forman parte del festejo, porque eran las comidas que se compartían en reuniones populares. Cada bocado nos conecta con la historia y mantiene viva la tradición de aquellos años de lucha.