Inspirada por su reciente viaje al espacio con Blue Origin, Katy Perry transformó su concierto en una odisea galáctica. Vestida con trajes metálicos y acompañada de bailarines en atuendos de la NASA, la artista ofreció una experiencia sensorial única. tmz.com

El espectáculo incluyó una narrativa donde Perry, mitad humana y mitad máquina, lucha contra una inteligencia artificial llamada Mainframe. A través de actos divididos, la cantante interpretó temas como “Artificial”, “Woman’s World” y “Roar”, culminando con un cierre espectacular con “Firework”.
Aunque algunos críticos consideraron que ciertos elementos del show eran exagerados o poco coherentes, muchos fans disfrutaron de la originalidad y el atrevimiento de Perry al presentar una propuesta tan audaz.