Responder un mail mientras haces scroll en Instagram, tomas café y escuchas un podcast sobre liderazgo femenino. Suena muy boss babe, pero tu cerebro no está tan feliz. En una era donde hacer mil cosas a la vez parece requisito para existir, la ciencia tiene algo importante que decir: el multitasking no solo no funciona, sino que puede estar apagando tu brillo mental y dañando tu salud.

El mito de la mujer multitask
Nos vendieron la idea de que hacer varias cosas a la vez era una virtud, casi un superpoder femenino. Pero la neurociencia lo contradice: nuestro cerebro está diseñado para enfocarse en una tarea a la vez. Cuando intentamos dividir la atención, lo que en realidad hacemos es cambiar rápidamente de enfoque (lo que se llama task switching), y eso tiene un costo cognitivo alto: perdemos eficiencia, cometemos más errores y nos sentimos más cansadas.
La paradoja de la productividad
Estudios del MIT y de la Universidad de Stanford han demostrado que las personas que hacen multitasking constante tienen peor memoria, menor capacidad de concentración y mayor estrés. Es decir, mientras más intentas hacer, menos rinde tu cerebro. El resultado: ansiedad disfrazada de productividad.
Ese cansancio mental al final del día, esa sensación de “hice mucho pero nada a fondo” es señal de que tu mente necesita un detox de tareas simultáneas.
El enfoque es el nuevo lujo
En un mundo ruidoso, poder concentrarte en una sola cosa es un privilegio. La atención plena (mindfulness) no es solo una moda zen, es una estrategia cerebral para reducir la fatiga, recuperar energía mental y reconectar con la creatividad. Al entrenar tu mente para enfocarse, mejoras tu rendimiento, tu claridad mental y también tu estado de ánimo.
Microcambios para volver al presente
No necesitas renunciar a tus sueños ni convertirte en monja tibetana. Solo aplicar cambios pequeños que le digan a tu cerebro: “tranqui, yo me encargo”. Algunos tips:
- Trabaja en bloques de 25-45 minutos con pausas de 5.
- Cierra notificaciones y deja el celular lejos (o en modo “no molestar”).
- Usa la regla del uno: una tarea, una ventana, un objetivo.
- Haz journaling al inicio del día para priorizar.
Glam de la eficiencia mental
Ser chic hoy no es estar atareada 24/7, es tener el control de tu energía mental. Saber decir que no, cerrar pestañas y poner límites digitales es también parte del autocuidado. Tu cerebro no necesita más apps, necesita aire.
Empieza por bajar el ritmo. No para hacer menos, sino para hacer mejor. Porque la verdadera productividad es la que te deja espacio para vivir, pensar y crear. Y eso, querida, es tan elegante como llevar un total look blanco sin mancharlo.
Tip visual para la revista: Ilustraciones de cerebros sobrecargados vs. cerebros enfocados. Fotos editoriales de mujeres trabajando con auriculares y ambiente limpio. Colores: grises suaves, blanco, dorado pálido y verde esmeralda.