¿Te comerías una hamburguesa que no proviene de un animal? ¿O un filete impreso en una máquina? Esto ya no es una idea de ciencia ficción: es una realidad en expansión.
La carne cultivada —creada en laboratorio a partir de células animales— reduce la necesidad de criar y sacrificar animales, disminuye emisiones y ahorra agua. Empresas como Upside Foods o Mosa Meat están liderando el camino, con productos ya autorizados en países como Estados Unidos y Singapur.
Por otro lado, la impresión 3D de alimentos permite crear comidas con formas, texturas y nutrientes personalizables. Ideal para personas con necesidades específicas, o simplemente para impresionar visualmente.
La pregunta no es si vamos a comer este tipo de alimentos… sino cuándo lo haremos sin darnos cuenta.