La tarde del 28 de noviembre quedará marcada en la memoria del mundo del espectáculo mexicano, cuando Silvia Pinal, icono del Cine de Oro, falleció a los 94 años. Rodeada por el cariño de su familia, la actriz dio su último respiro, dejando tras de sí un legado imborrable en el cine, teatro y televisión. Entre los seres queridos que acudieron a despedirse estuvo Enrique Guzmán, su exesposo y padre de sus hijos Alejandra y Luis Enrique, quien, a pesar de su separación hace más de cuatro décadas, mantuvo un vínculo especial con ella.
Enrique Guzmán visitó a Silvia en el hospital poco antes de su partida, pero lamentó profundamente no haber estado en el preciso momento de su muerte. “Yo la vi como a las 3:30 o 4:00 de la tarde, y se murió como a las 5:15. Me fui porque había mucha gente, pero ahora desearía haberme quedado”, compartió el cantante en una entrevista. Visiblemente conmovido, Guzmán recordó los últimos instantes de la vida de Silvia, describiendo cómo su luz se fue apagando poco a poco hasta descansar en paz.
El cantante también reflexionó sobre el impacto que esta pérdida tiene en sus hijos. Mencionó que Alejandra Guzmán, en particular, está profundamente afectada, ya que tenía una conexión muy especial con su madre. “Creo que es la más lastimada de todos los hijos de Silvia en este momento”, comentó. A partir de ahora, Enrique aseguró que se dedicará a cuidar y proteger a sus hijos, afirmando con emoción: “Ya no son hijos de Silvia, ahora son míos”.
El vínculo entre Silvia Pinal y Enrique Guzmán, aunque lleno de altibajos, dejó memorias entrañables. Su matrimonio, que comenzó en 1967, los convirtió en una de las parejas más icónicas de su tiempo, con momentos memorables como el programa televisivo Silvia y Enrique, donde compartieron su vida familiar con el público. Uno de los recuerdos más queridos de esa época fue la presentación de Alejandra Guzmán como una bebé, reflejo de la unión familiar que marcó sus años juntos.
A pesar de su separación en 1976, Enrique Guzmán y Silvia Pinal lograron reconstruir una relación cordial en los últimos años, especialmente gracias al deseo de estar presentes para sus hijos y nietos. En sus declaraciones, Guzmán destacó la fortaleza y el amor por la vida que caracterizaron a Silvia hasta sus últimos días. “Era una mujer extraordinaria, llena de pasión y energía. Nos deja un vacío imposible de llenar”, expresó conmovido.