By El escándalo explotó en septiembre de 2025 cuando se filtró un video íntimo presuntamente protagonizado por Beéle e Isabella Ladera. La difusión del clip —de unos seis minutos de duración— rápidamente se volvió viral en redes, provocando una avalancha de reacciones, memes, críticas y debates sobre privacidad, consentimiento y moral en el mundo influencer.
Isabella, profundamente afectada, rompió el silencio en sus redes sociales: calificó lo ocurrido como “una de las traiciones más crueles” y dejó en claro que el material sólo estaba en manos de dos personas: ella y su expareja. Aseguró que fue “expuesto sin consentimiento”, lo cual vulnera su dignidad y representa violencia, no solo mediática sino emocional.
El equipo de Beéle respondió oficialmente: emitió un comunicado negando ser responsable de la filtración, rechazando la divulgación del video y asegurando que el artista no tiene interés alguno en actos de esa naturaleza. Además, anunciaron que emprenderán acciones legales contra quienes resulten responsables de la difusión.
La controversia no quedó ahí: muchas voces en redes creen que la filtración podría ser un acto de venganza, una maniobra de fama o parte de una guerra de egos; otros defienden a Beéle diciendo que es víctima como la influencer. Mientras tanto, la polémica alimenta debates sobre consentimiento, privacidad, culpables reales y moral en la era digital.
