Durante años, jardineros y amantes de las plantas han asegurado que la música influye en el crecimiento vegetal. Y aunque parezca cuento de abuela, hay ciencia que lo respalda. Investigaciones de la Universidad de California y centros botánicos en India han demostrado que ciertas frecuencias musicales pueden estimular el crecimiento de las plantas.
La música clásica, por ejemplo, parece promover un desarrollo celular más robusto. Las ondas sonoras generan microvibraciones en el ambiente que estimulan las membranas celulares. Algunos estudios incluso muestran que las plantas crecen más rápido cuando están expuestas a ritmos armónicos.
Ahora, existen playlists específicas en Spotify llamadas “music for plants” y hasta dispositivos que traducen las señales eléctricas de las plantas en música. Literalmente, una colaboración interespécie.