El contouring no es una técnica universal: lo que favorece a un rostro ovalado puede no funcionar para uno cuadrado o redondo. La clave está en entender la forma de tu cara y adaptar la aplicación de iluminadores y sombras para resaltar tus mejores rasgos de forma natural y efectiva.
Identifica tu tipo de rostro Ovalado, redondo, cuadrado, alargado o en forma de corazón. Cada forma tiene zonas que conviene esculpir y otras que se deben iluminar para lograr armonía.
Técnica personalizada de contouring
- Rostro redondo: contornea los lados del rostro desde la sien hasta debajo del pómulo. Ilumina el centro de la frente, nariz y mentón para alargar visualmente.

- Rostro cuadrado: suaviza los ángulos aplicando contour en las esquinas de la mandíbula y sienes. Ilumina el centro del rostro.

- Rostro ovalado: es el más equilibrado. Usa el contour para marcar los pómulos y la frente si es alta.

- Rostro alargado: enfoca el contorno en la frente y parte baja del mentón para “acortar”. Ilumina horizontalmente en mejillas y frente.

- Rostro corazón: contornea sienes y laterales de la frente; ilumina barbilla para equilibrar la forma.

✨ Tip final: difumina siempre con brochas suaves o esponjas húmedas para evitar líneas marcadas. Y recuerda: menos es más. El objetivo es realzar, no transformar.
Porque cuando maquillas con conocimiento de causa, tu rostro brilla como nunca… literal.